CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL

Algunas personas beben, porque no son capaces de ser ellos mismos, de hablar con los demás, sin miedo a lo que puedan decir, y tal vez bebiendo rompan la timidez.
Otras personas al encontrarse en su vida con problemas que no son capaces de resolver, recurren a la bebida, para olvidarse de ellos, o como método para resolverlos o evadirlos, porque vieron que sus padres, amigos, conocidos, etc., hacían lo mismo y parecía funcionarles.
Otros beben porque esta de “moda”, y no quieren ser menos ante sus amigos de juerga o grupos de salidas nocturnas de diversión.
Cada uno bebe por distinta causa y dependiendo de su estado emocional o anímico. El caso es que con el tiempo, acabamos abusando del alcohol, o nos convertimos en alcohólicos casi sin percatarnos de ello y eso nos trae consecuencias graves en prácticamente todo nuestro entorno.
El alcoholismo nos lleva a una pérdida total de nuestro sentido común, más allá de todo razonamiento, nos aísla, vivimos en nuestro propio mundo en el que nos sentimos augusto, y al que solo dejamos entrar a quien nos apetece, o dicho de otra forma, creamos un mundo a nuestra medida en el que nos sentimos cómodos. Veamos ahora las consecuencias, de dicha situación.
El alcohol, nos da valentía.
Rompe nuestra timidez, desata en nosotros actos que normalmente no haríamos. En las personas que “normales” son agresivas, el alcohol aumenta su agresividad, y no controlan sus actos, por lo que a la mínima, se meten en líos y ven monstruos donde solo hay molinos.
Son personas conflictivas o problemáticas normalmente, y si beben aun mas, este tipo de persona, tiene una precisión casi quirúrgica en dañar más a las personas que más lo quieren o que intentan ayudarlo, y es una de las causas más frecuentes en la violencia intrafamiliar, en todos sus aspectos.
Eso nos lleva a la perdida de amigos, familia y de prácticamente todo por lo que hemos luchado y amado en nuestra vida, a la aniquilación sistemática de todos nuestros valores y a la perdida de nuestro amor propio.
En las personas que son alegres, se les da por ser más alegres todavía, cantar y reír, pasarlo bien sanamente sin meterse con nadie.
El alcohol también nos da la sensación de seguridad, al volante se comenten muchas locuras bajos eso efectos, no ven los riesgos de sus maniobras, y todo parece estar bajo control, el problema son las consecuencias que provocan, a menudo muertos y heridos graves.
¿Cómo asumir al día siguiente, los actos cometidos y como reparar el daño causado?
En otras personas los hace ser dioses, creyéndose los amos del mundo y tener la posesión de la verdad.
En las personas débiles, deprimidas, o bajas de moral, el efecto que causa, es de más hundimiento.
Todo el mundo puede beber, siempre que lo haga con responsabilidad, prudencia, y asuma las consecuencias de su estado, al día siguiente.
Y por supuesto sin traspasar la línea invisible que nos separa de ser un bebedor social o ocasional en un alcohólico.