EL PLAN DE LAS 24 HORAS


Aunque comprendemos muy bien que el alcoholismo es una condición permanente e irreversible, no debemos hacer promesas a largo plazo respecto a permanecer abstemios. Es más realista y más exitoso el decir simplemente:
"Solo por hoy, no voy a beber"

"En esta ocasión realmente voy a cumplir"
Cuantas veces les hemos hecho la misma promesa, a nuestros amigos, familiares y a nosotros mismos, sin haberla podido cumplir?
Ya hemos perdido la credibilidad ante quienes nos escucharon y vieron que no éramos capaces de cumplir nuestras promesas, cuando tras unos pocos días nos vieron llegar a casa totalmente borrachos.
Es nuestra salud y nuestra vida la que está en peligro, y somos nosotros los que debemos dar los pasos necesarios para recuperarnos.
Si 24 horas nos parecen demasiado en el principio también podemos poner espacios de 12, 6 o 1 hora.
En realidad cualquier sistema que nos funcione para permanecer sobrios es aceptable.

VIOLENCIA Y ALCOHOL


Violencia puede ser un portazo, un largo silencio, una sonrisa mal intencionada. Es romper algún objeto, no dar dinero para los gastos de la casa, prohibirle a la mujer que trabaje obligar a prácticas sexuales no deseadas o que lastimen, obligar a la pornografía o a la prostitución.
La violencia familiar es un delito que se castiga con la cárcel.
La violencia familiar es un círculo que se repite una y otra vez. A veces comienza con reclamos mutuos, de los dos miembros de la pareja, por falta de atención, por problemas de dinero o de trabajo, cuando se rompe la armonía familiar comienzan las agresiones, las amenazas, los insultos, las burlas, los gritos, los golpes.
Finalmente llega el arrepentimiento, las muestras de cariño y de culpa, las grandes atenciones para reconquistar y las promesas de que nunca volverá a pasar. Después de un tiempo las escenas se repiten y esto puede llegar hasta el asesinato.
La violencia afecta a la salud física y emocional de las y los integrantes de la familia. Afecta el rendimiento escolar de los niños, las niñas y jóvenes, el desarrollo emocional y social de todas y todos, en especial de quienes reciben los actos violentos, y en casos extremos puede conducir a la mutilación o al homicidio. Además cuando las hijas e hijos de una familia, en donde existe violencia, deciden formar su propia familia, es, muy común que repitan las conductas aprendidas.
La violencia refleja la frustración del golpeador y genera culpa en las víctimas.
La relación entre el alcohol y la violencia: El alcohol tiene efectos sobre la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso central afecta directamente la conciencia, la que nos permite razonar sobre nuestra propia existencia y reflejar, de manera adecuada, la realidad circundante, por lo que el consumo de alcohol puede promover alteraciones en las percepciones e ideas de las personas que han ingerido esta sustancia, lo que influye de modo negativo en sus relaciones con los demás y en la comprensión cabal de las circunstancias vividas. También puede ocurrir desinhibición, pérdida de control emocional, ruptura de códigos ético-morales y de las buenas costumbres de convivencia, lo que facilita la aparición de la violencia.
"La violencia es la presión síquica o abuso de la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima".

CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL

Algunas personas beben, porque no son capaces de ser ellos mismos, de hablar con los demás, sin miedo a lo que puedan decir, y tal vez bebiendo rompan la timidez.
Otras personas al encontrarse en su vida con problemas que no son capaces de resolver, recurren a la bebida, para olvidarse de ellos, o como método para resolverlos o evadirlos, porque vieron que sus padres, amigos, conocidos, etc., hacían lo mismo y parecía funcionarles.
Otros beben porque esta de “moda”, y no quieren ser menos ante sus amigos de juerga o grupos de salidas nocturnas de diversión.
Cada uno bebe por distinta causa y dependiendo de su estado emocional o anímico. El caso es que con el tiempo, acabamos abusando del alcohol, o nos convertimos en alcohólicos casi sin percatarnos de ello y eso nos trae consecuencias graves en prácticamente todo nuestro entorno.
El alcoholismo nos lleva a una pérdida total de nuestro sentido común, más allá de todo razonamiento, nos aísla, vivimos en nuestro propio mundo en el que nos sentimos augusto, y al que solo dejamos entrar a quien nos apetece, o dicho de otra forma, creamos un mundo a nuestra medida en el que nos sentimos cómodos. Veamos ahora las consecuencias, de dicha situación.
El alcohol, nos da valentía.
Rompe nuestra timidez, desata en nosotros actos que normalmente no haríamos. En las personas que “normales” son agresivas, el alcohol aumenta su agresividad, y no controlan sus actos, por lo que a la mínima, se meten en líos y ven monstruos donde solo hay molinos.
Son personas conflictivas o problemáticas normalmente, y si beben aun mas, este tipo de persona, tiene una precisión casi quirúrgica en dañar más a las personas que más lo quieren o que intentan ayudarlo, y es una de las causas más frecuentes en la violencia intrafamiliar, en todos sus aspectos.
Eso nos lleva a la perdida de amigos, familia y de prácticamente todo por lo que hemos luchado y amado en nuestra vida, a la aniquilación sistemática de todos nuestros valores y a la perdida de nuestro amor propio.
En las personas que son alegres, se les da por ser más alegres todavía, cantar y reír, pasarlo bien sanamente sin meterse con nadie.
El alcohol también nos da la sensación de seguridad, al volante se comenten muchas locuras bajos eso efectos, no ven los riesgos de sus maniobras, y todo parece estar bajo control, el problema son las consecuencias que provocan, a menudo muertos y heridos graves.
¿Cómo asumir al día siguiente, los actos cometidos y como reparar el daño causado?
En otras personas los hace ser dioses, creyéndose los amos del mundo y tener la posesión de la verdad.
En las personas débiles, deprimidas, o bajas de moral, el efecto que causa, es de más hundimiento.
Todo el mundo puede beber, siempre que lo haga con responsabilidad, prudencia, y asuma las consecuencias de su estado, al día siguiente.
Y por supuesto sin traspasar la línea invisible que nos separa de ser un bebedor social o ocasional en un alcohólico.

FASES DEL ALCOHOLISMO


     1)     Fase pre-alcohólica
1         alivio ocasional de las tensiones por medio de la bebida. 
2         alivio constante de las tensiones por medio de la bebida. 
3         aumento de la tolerancia al alcohol. 

2)      Fase prodrómica (malestar que precede una enfermedad) 
4         “palimpsestos” o amnesia alcohólica. 
5         beber subrepticiamente o a escondidas. 
6         beber con avidez. 
7         sentimientos de culpa por la manera de beber. 
8         evita hablar del alcohol en sus conversaciones. 
9         aumento en la frecuencia de las lagunas mentales.

3)      Fase crucial o crítica 
10     pérdida del control (desenfreno-agresividad).
11     racionalización de la bebida.
12     trata de neutralizar las presiones sociales.
13     comportamiento grandioso o fanfarrón.
14     conducta marcadamente agresiva.
15     periodo de abstinencia completa.
16     intentos de cambios en la manera de beber.
17     alejamiento de los amigos.
18     renuncia de los empleos.
19     la bebida llega a ser el centro de actividades.
20     perdida de los intereses externos.
21     compasión de si mismo (actitud de mártir).
22     escape geográfico (esconderse, fugarse, perderse)
23     resentimientos irracionales.
24     protección de su abastecimiento de alcohol.
25     descuido de su propia nutrición.
26     primera hospitalización.
27     disminución del apetito sexual.
28     celotipia alcohólica (pasión de los celos).
29     beber en ayunas todos los días.

4)      Fase crónica 
30     intoxicaciones prolongadas (tandas)
31     marcado deterioro mental.
32     trastornos del pensamiento.
33     psicosis alcohólica (enfermedad mental).
34     el beber adquiere carácter obsesivo.
35     beber sustancias que no son propiamente alcoholes.
36     beber con gente de nivel social muy inferior al propio.
37     disminución de la tolerancia para el alcohol.
38     temores indefinidos.
39     temblores persistentes.
40     inhibición psicomotora (locura).
41     todo el sistema de racionalizaciones fracasa.
42     hospitalización definitiva. 

  perdida de la vida.